Migrantes persisten en cruzar el río Bravo pese a deportaciones y operativos

Pese a los esfuerzos conjuntos de Estados Unidos y México 

Foto: EFE

Agencias/Elapogeoqroo

El Paso, Texas, 28 de mayo de 2024. Para contener la migración irregular, los migrantes en la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso siguen buscando cruzar el río Bravo de forma irregular, enfrentando peligros y restricciones cada vez mayores.

La semana pasada, las autoridades estadounidenses expulsaron a 200 migrantes que habían cruzado por la puerta 40 del muro fronterizo, entregándolos al Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, quienes anunciaron su retorno a Chiapas, en el sur de México.

Para muchos como el venezolano Marco Galindo, esta situación es frustrante, reiniciando una ruta que parece no tener fin. Galindo describe cómo enfrentan el dilema entre cruzar o no, con la amenaza de ser devueltos a Chiapas en autobuses atados de manos por agentes del INM.

La realidad de estos migrantes refleja las crecientes restricciones en la frontera de Estados Unidos, donde recientemente se promulgó una norma que prohíbe a personas consideradas un riesgo para la seguridad solicitar asilo. Aunque se anunciaron esfuerzos conjuntos entre Biden y López Obrador para reducir los cruces irregulares y proteger los derechos humanos, la migración interceptada por el Gobierno mexicano ha crecido cerca de un 200 % anual en el primer trimestre de 2024.

José Luna Ochoa, otro migrante venezolano, explica que, a pesar de las dificultades y la inseguridad en México, cruzar la frontera representa la esperanza de un futuro mejor para ellos y sus familias, motivados por la situación precaria en sus países de origen.

La persistencia de estos migrantes refleja la compleja realidad que enfrentan en su búsqueda por una vida mejor, enfrentando no solo las barreras físicas de la frontera, sino también las barreras políticas y sociales que dificultan su camino hacia el norte.

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